25 nov 2013

Una reunión científica de la ULL analiza el fenómeno urbano desde una perspectiva multidisciplinar y de genéro


La Facultad de Geografía e Historia de la Universidad de La Laguna ha acogido hoy, viernes 22 de noviembre, la reunión científica “Espacios públicos, género y culturas urbanas”, que ha sido organizada conjuntamente por tres grupos competitivos de investigación de la institución académica que cuentan con proyectos financiados por el Plan Nacional de I+D+i. 

Estos equipos científicos son, concretamente, “Género, ciudadanía y culturas. Aproximaciones desde la teoría feminista”; “Literatura y género en literatura inglesa”; y “Ciudad, política y sociedad”. En esta reunión, representantes de cada uno de estos grupos expusieron las líneas de investigación que desarrollan en la actualidad, y también hubo espacio para la presentación de comunicaciones sobre el eje temático del encuentro, que no es otro que plantear una mirada crítica sobre los espacios públicos, el género y las culturas de la ciudad desde tres disciplinas distintas: la filosófica, la literaria y la geográfica. 

En la presentación de la jornada estuvieron presentes Carmen Rosa Delgado Acosta, profesora del Departamento de Geografía perteneciente al comité organizador; Dolores Serrano Niza, directora del Instituto Universitario de Estudios de las Mujeres de la ULL (IUEM); José Manuel Padrón Carrillo, director de la Oficina de Transferencia de Resultados de Investigación de la ULL (OTRI); y Maria Dolors García Ramón, docente de la Universitat Autònoma de Barcelona y presidenta del comité científico del encuentro. La directora del IUEM destacó que el encuentro está avalado por el hecho de que sus promotores son grupos de investigación consolidados y punteros de la institución académica con una trayectoria contrastada. También reflexionó que las jornadas de investigación son cada vez más excepcionales a causa de la excesiva burocratización a la que está sometido el profesorado, la cual resta tiempo para organizar esta clase de eventos. El director de la OTRI aprovechó la ocasión para señalar que desde la institución se apoya a todos los grupos de investigación que tengan actividad, independientemente de que sean de ciencias o de humanidades. De este encuentro, destacó su orientación multidisciplinar y que haya sido capaz de articular sinergias entre los tres grupos de investigación participantes. 

La presidenta del comité organizador se extendió algo más en explicar le marco conceptual en torno al que se articula el encuentro. El sesgo machista está presente también en la planificación de la ciudad, la cual, al haber estado controlada históricamente por los hombres, ha configurado un espacio urbano sin género. Esto es especialmente grave si se tiene en cuenta que, además, las mujeres poseen una presencia más activa en el entorno urbanita, dado que los roles de su día a día les llevan a transitarlo más: llevar a los niños al colegio o las actividades extraescolares, hacer compras para mantener la economía doméstica, etc. Feminización de las migraciones 

Tras la presentación, la primera interviniente fue la profesora de la Facultad de Filosofía de la ULL María José Guerra Palmero, quien presentó el proyecto del cual es directora, “Justicia, ciudadanía y género: feminización de las migraciones y derechos humanos”. Comenzó reflexionando que la migración ha sido pensada siempre en masculino, pues la movilidad ha sido “una prerrogativa masculina destacada”. Las mujeres también se han desplazado a lo largo de la historia, y sin embargo, este hecho se ha ocultado. Citó, como síntoma, la circunstancia de que para describir el desarraigo del viajero se habla del “Síndrome de Ulises”, es decir, el hombre dinámico que se opone a la figura de su esposa, Penélope, la mujer que se quedó estática en la isla de Ítaca esperándole. En la actualidad el fenómeno migratorio femenino está muchas veces aparejado a cuestiones como la reunificación familiar, pero no exclusivamente. También existen tránsitos destinados a proveer de fuerza de trabajo para labores tradicionalmente consideradas femeninas, como el servicio doméstico o la atención a enfermos. Sin olvidar un sector al alza: la prostitución, que lleva aparejado la trata de seres humanos y es complejo de estudiar dada su vinculación a la economía ilícita. Para la experta, todo ello ha llevado a crear “una infraclase feminizada y racializada que se está dedicando a las nuevas esclavitudes caracterizadas por los empleos precarizados”. 

Guerra se detuvo a explicar el concepto de las “intersecciones”, que se refieren a las personas que no están siendo discriminadas por ser mujer, de determinada raza, nacionalidad, estrato social o profesión, sino por la confluencia de todos esos factores a la vez. Es un asunto que han puesto sobre el tapete tendencias teóricas como los feminismos chicanos o afroamericanos, en los que se reflexiona sobre esta sincronía de causas. La experta señaló que la discriminación afecta de diferente manera según el sexo: por ejemplo, la islamofobia visibiliza más a las mujeres que a los hombres, con polémicas como el velo. Y también ocurre lo contrario, que se oculta la desigualdad de la mujer en determinados colectivos porque ya se da por hecho y se considera natural. 

El problema de las fronteras, “que legaliza o criminaliza a personas por el hecho de cruzarlas, a pesar de que la libertad de movimientos es un principio liberal”, ocupó la última parte de su ponencia. Recordó, para ello, la figura de la pensadora alemana Hannah Arendt, quien reflexionó que es el estatus de ciudadanía lo que activa “el paraguas de los derechos humanos”, de tal modo que los apátridas, refugiados o inmigrantes quedarían desprotegidos. Género, raza, clase social y nacionalidad afectan interseccionalmente al grado de protección de la persona y, por tanto, determina quién goza o no de derechos humanos. Por ello, Guerra abogó por trabajar en lo que Arendt describió como "el derecho a tener derechos".







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